EL CONVENTO DE LA HOZ, A PUNTO DE SER SUPRIMIDO EN 1820, DURANTE EL TRIENIO LIBERAL.

Pedro Hernando Arranz 25 de Setiembre de 2021

EL APOYO RECIBIDO DE LOS PUEBLOS DE LA TIERRA DE SEPULVEDA LOGRÓ QUE NO SE APLICARA LA NORMA QUE PRESCRIBÍA EL CIERRE DE LOS CONVENTOS CON MENOS DE DOCE FRAILES.

Con la llegada de los liberales tras el levantamiento de Riego el 1 de Enero de 1820 y la jura de la Constitución por Fernando VII, se aprueba la Ley de 25 de Octubre de 1820 que disponía la supresión de todos los monasterios y los conventos de religiosos que tuvieran menos de 24 monjes o frailes o 12 en el caso de ser el único que hubiese en un pueblo.

Los Gobernadores Civiles de la provincia junto con los Obispos de cada Diócesis debían formular lo que se llamó «arreglo de conventos»; el de Segovia fue el primero en publicarse en la Gazeta de Madrid (R.O. de 12 de Febrero de 1821 publicada el 17)

Los datos que se recogen a continuación constan en diferentes documentos conservados en el ADSg carpeta 4753 .

En la provincia de Segovia el número de monasterios o conventos, era de 25 (se incluía entonces el de monjes gerónimos de La Armedilla, actualmente en la provincia de Valladolid) de los cuales 14 estaban en la capital; y en total se suprimieron 14 de los que 9 radicaban en ésta. Aunque no figura en la lista, en San Frutos se vendieron sus posesiones en 1822 y quedó sirviendo la parroquia el que venía siendo Prior Fray Leandro Bruno Cantero, ya sin el hábito benedictino.

Los de franciscanos de Fuentidueña y La hoz subsistieron, no sin que tuvieran que hacer «encaje de bolillos» para lograrlo. En el de Fuentidueña pudo completarse el número mínimo de 12 frailes requerido, con 4 que vinieron de Aranda de Duero y que estaban residiendo en una casa particular tras la quema de su convento durante la Guerra de la Independencia.

El 13 de Diciembre de 1820 el Padre Guardián del Convento de la Hoz contesta al Obispo que le pregunta sobre la situación en que se encuentra su convento respecto de lo dispuesto en la Ley de 25 de Octubre y le dice que «…este convento consta de doce religiosos profesos siendo solo los nueve sacerdotes…» siendo por lo tanto un claro candidato al cierre. En el mismo escrito, fray Luis Gorgojo, el guardián, le dice al Obispo que si para completar el número de 12 tienen que reunirse los frailes en uno de ellos, que el que se suprima sea el de Fuentidueña; el texto que emplea como argumentario no puede ser más directo: «…Que los de aquel [Fuentidueña] se reúnan a éste por después de ser [aquel] un convento bastante despreciable para los religiosos por enfermizo como es bien notorio; una guardianía de solo 20 o 22 lugares; están por aquella parte inmediatos los conventos de Peñafiel y Cuéllar y finalmente [aquel] es un convento bastante moderno [reciente]; por el contrario este de la Hoz es en primer lugar sanísimo; su distrito guardianía asciende a más de 100 pueblos; es convento antiquísimo; es un santuario célebre para toda esta tierra de Sepúlveda, Cantalejo…»

El arraigo del convento de la Hoz en la zona debía ser muy fuerte porque recibe numerosos apoyos apoyos en forma de cartas dirigidas el Obispo: de los tres párrocos de Sepúlveda, los nueve del Ochavo de Cantalejo, el de Castro de Fuentidueña, el Vicario de Pedraza en nombre de todos los párrocos de su vicaría; en ellas razonan que no se suprima, por ser el único en cien pueblos a la redonda, ser el Santuario de la Virgen de la Hoz, y por los apoyos que prestaban los frailes a los pueblos de su circunscripción.

Hasta el General de la Orden Franciscana, Fray Cirilo Alameda, posteriormente cardenal de Santiago de Cuba y Arzobispo de Burgos, intercedió ante el Obispo por los conventos de Fuentidueña y La Hoz.

Las súplicas dieron sus frutos y finalmente permaneció abierto ; más tarde debieron incorporarse a él varios frailes porque en las relaciones de moradores que enviaban al Obispo ya figuraban doce.

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