Pedro Hernando Arranz Madrid, a 4 de junio de 2021
Junto al sitio donde se estrecha el cañón, en donde se encuentra la pared de la presa, había un molino[1] harinero propiedad del Priorato y una casa donde residía al molinero y su familia; un molino grande, de dos ruedas, es decir, doble, que permitía por lo tanto moler simultáneamente con las dos piedras o al menos con una de manera continuada.
Aquí la descripción del molino[2]:
“Un Molino harinero con su maquinaria, presa y casa con sus habitaciones altas y bajas una destinada para ganados y otros usos independiente de las del Molino y como a 4 metros de distancia y dos Corrales cercados de canto seco, cubiertas sus paredes con barderas [bardas], que mide todo el edificio 23 metros de largo y 9 de ancho y sus linderos son por el frente donde tiene su puerta principal, derecha izquierda y espalda con terreno de esta hacienda siendo la medida de la casilla 11 metros de largo y 8 de ancho señalada con el núm 2 y con el 1 el molino lindando por los cuatro aires con esta Hacienda y la cuadra y pajar miden 15 metros de largo por 7 de ancho con los mismos linderos”
Al molino se llevarían a moler, aparte de los granos producidos en el coto redondo, los de los pueblos cercanos, Navalilla, Fuenterrebollo, estos pasando el puente[3], Hinojosas, Aldehuelas…; no sé si de Carrascal y Cobos, porque no conozco cuando fue construido el molino del primero de ellos; si era anterior o posterior a la construcción de la presa; por norte el molino siguiente estaba en San Miguel de Bernuy, y por el sur en la Molinilla.
El molino del Priorato estaba arrendado y el molinero trabajaría “a maquila”: retiene para sí, en pago de su trabajo una parte del trigo que los labradores le llevan a moler; existen varias referencias de cuantía de las rentas que el molinero debía pagar: en la indagación del Catastro de Ensenada: “…el molino está arrendado junto con el pasto de la parte de la Ribera que coge desde el canto de la reina hasta el puente del Burgo y con el derecho de pesca en el mismo distrito, en 140 fanegas de trigo 6 pavos 12 gallinas y 18 arrobas de tocino muerto cada año que regulada la fanega de trigo a 11 reales cada pavo a 7 y cada gallina a dos reales y medio y la arroba de tocino a 25 importa 2.062 reales de vellón de los cuales 50 reales consideran por razón de pasto y otros 50 de derecho de pesca del río.”[4]
«Traducido» el total, 2.062 reales, a fanegas serían 187 fanegas; la cantidad en reales se acerca a los 1.862, que figura en la “Relación hecha por el Prior de San Frutos Anselmo Arias Tejeiro de los bienes que poseían en el término privativo y gastos anuales” elaborada en el año 1752 [5]
En el contrato de arrendamiento que firman Manuel Ruiz Zorrilla y Francisco Arroyo, nuevos propietarios tras la desamortización, el 4 de enero de 1856 con el molinero Nicolás Alonso, ante el notario de Sepúlveda Benigno Velasco, la renta asciende a 240 fanegas de trigo.
B).- EL BATAN. Río arriba del molino, junto a la ermita de Santa Engracia, el Priorato había construido un batán destinado a compactar, enfurtir, tejidos, y que movía sus mazos con la fuerza hidráulica que le proporcionaba el agua del arroyo próximo. En el Catastro de Ensenada, año 1752, “…el batán está arrendado en 700 reales de vellón incluyendo también prados y pastos de la Ribera desde el canto de la Reina hasta el Portillo de la pez junto con el derecho de pescar en el citado distrito que estiman dichos prados pastos y pesca en 200 reales vellón incluidas en ello 2/3 partes de las 30 obradas de prados de secano que si arrendas en separadas valdrían 4 reales de vellón cada una…”
C).- LOS CAMINOS Y “LA SENDA DE LOS FRAILES” En la “explicación” que hacia 1770 hace Fray Simón Lexalde sobre el Priorato y su “término privativo” [6] describe así la zona del estrechamiento de las rocas junto al molino viniendo río abajo, donde hoy está pared de la presa: “…en llegando al molino se van juntando tanto las Peñas que para pasar a la Casablanca [la casa granero] no hay más sitio entre el río y la peña que el camino y aún en medianas crecientes el río lo coge todo de peña a peña y no se puede pasar sino a caballo o por una senda que del Molino a la Casa Blanca hay y que por ella en partes es menester ir gateando y con peligro de caer; a la otra parte del río en todo tiempo está cubierto de agua hasta la peña si no es en el rigor del verano…”
Ese estrecho y dificultoso paso debía ser traspasado para llevar el grano a moler desde los pueblos cercanos, situados a bastante mayor altura: Hinojosas, Aldehuelas, Navalilla, Fuenterrebollo…; el camino principal para llegar al Convento de la Hoz no atravesaba este paso sino que subía a la zona de Fuenterrebollo para bajar luego por el portillo de las tres Cruces; así se puede ver claramente en el cuadro pintado que se conserva en el archivo de la Chancillería de Valladolid; sí que existía sin embargo una senda denominada “senda de los frailes” que discurría paralela al río por su cauce; aún hoy podemos ves esa referencia en los planos de la concentración parcelaria recientemente llevada a cabo en el término de Carrascal (polígono 13).
D).-EL SEÑOR DONATO, DE VILLASECA, EMPLEADO EN EL BATÁN. Sería por el año 2002 cuando, sabedor del interés que yo tenía por el discurrir de la vida en la Hoces del Duratón, D. Isaac, párroco a la sazón de Cantalejo ( y de muchos pueblos de alrededor…y no tan de alrededor…) me puso en contacto con el señor Donato de Villaseca; tenía entonces 92 años y una memoria prodigiosa; en su casa y junto a su mujer me contó que conoció cómo era la zona antes de la construcción de la presa; cuando era mozalbete había trabajado en el batán al que desde la zona de Cantalejo se podía llegar por un nuevo camino que había mandado hacer Francisco Zorrilla, “don Paco”; me dijo que frente al batán había un puente de madera para vadear el río; creí entenderle que la manera de transportar las cargas para el batán era utilizando un apero tirado a la rastra por una caballería.
Es una pena que no hayan publicado en internet, fotografías de la construcción de la presa ejecutada en los años 20 del siglo pasado porque se hubiera podido ver cómo era este estrecho paso y el resto del cauce del río; es completamente lógico pensar, por lo extraordinario de la labor, que se hubiesen tomado imágenes, incluso filmaciones en película. Por mi parte hace ya años hice un intento en la compañía hidráulica FENOSA, sucesora final de las anteriores propietarias, pero no fue posible conseguirlo, a pesar del interés mostrado por la empresa; no se conservaban referencias gráficas de la construcción.
[1] AHN Clero, leg 6260. Citado por MARTIN POSTIGO Soterraña “San Frutos del Duratón” (1980), pag. 261
[2] AHPSg. Protocolo de 3 de octubre de 1903 ante el notario de Sepúlveda José Davila
[3] Ibídem pag 95
[4] Ibídem pag 287
[5] Ibídem pag 261
[6] Ibídem pag 238, 239