Pedro Hernando Arranz. Madrid 26 de Junio de 2021
En el encargo que en 1764 el Obispo de Segovia, Manuel Murillo y Argaiz, hace a todos los vicarios de la Diócesis para que le den noticias de la situación de los monasterios y conventos (en total su número era algo más de una veintena), se incluye obviamente el de Nuestra Señora de los Angeles de las Hoz.
Es así que el el 22 de Agosto de 1764, Andrés de Aragoneses, vicario de Sepúlveda procede a llevar a efecto la «comisión» encomendada, de la que había dado aviso previamente al Padre Guardian, y en el propio convento se entrevista con el éste, fray Bernardo Concellon.
Primeramente dijo él que eran treinta y ocho los religiosos que por lo regular residían en el convento: «…los veinte Sacerdotes, doce Choristas estudiando Philosofía, tres legos y tres Donados..»… «donados» eran por lo general seglares que vivían en el convento haciendo labores de servicio.
Podemos imaginarnos 38 personas conviviendo en el espacio del convento, en sus rezos comunitarios, procesiones por el claustro, cánticos, comida en el refectorio, trabajos de huerta y mantenimiento del edificio y la noria, así como el tránsito por los escarpados senderos que lo rodean. Ahora solamente percibimos abandono, soledad y silencio, algo completamente diferente al silente bullicio de vida cotidiana cuando estaba habitado.
El mantenimiento de 38 personas y los gastos del convento debían ser necesariamente cuantiosos y en consecuencia era necesario generar ingresos suficientes aunque fuese austero su régimen de vida.
El documento señala los principales epígrafes de gastos e ingresos y permite conocer, por ejemplo, en lo que a estos últimos se refiere, en qué proporción se distribuían los diferentes conceptos de lo que en términos generales agrupamos en el genérico de «limosnas» propio de los frailes mendicantes.
Para la manutención y alimentos en cada año se gastan ochocientos reales de vellón por persona , en total 30.400 reales. Aquí se refleja una media de gasto; un detalle de conceptos de suministros de bienes y servicios, ( resulta ciertamente muy curioso ) podemos verlo en el Libro de Gasto de Maravedís que transcribo parcialmente en otra entrada de este blog.
Para «…vestuario, sandalias y paños menores, doscientos reales a cada religioso, en que entran los socorros de los religiosos enfermos y sanos …»·. Suman 7.600 reales.
Asimismo, para «…reparos de ropas de Iglesia, Sachristía, aceite para la Luminaria y gasto de toda zera…» 1.000 reales.
Continúa con reparos del convento y gasto de Huéspedes que asciende a 1.000 reales.
En el Convento había dos criados, uno para la recua y otro pastor que para su manutención y soldadas se gastaban 2.200 reales.
En 1.500 reales se tasa el gasto de 150 fanegas de cebada para la recua.
«…Importa el gasto anual que se regula para un año a un calculo prudente por un decenio sacado de los Libros de Cuentas del Convento, entrando toda especie de consumo cuarenta y tresmil y doscientos cincuenta reales de vellón…» 40.250 reales
Y en lo que se refiere a los ingresos «de limosnas»
Primeramente «… percibe de limosnas mil novecientos y noventa y nueve reales y dos maravedís cada un año del Patronato de la Iglesia Memorias y Aniversarios que anualmente se cumplen en este convento con la carga anual de veinte y cinco misas cantadas y trescientas y quince rezadas…» 1.999 reales y 2 maravedís.
También 17. 000 reales de las misas que se celebran los religiosos en en el año devoción a nuestra señora y «…otros santuarios, sueltas y testamentales…».
Continúa, «…Ytem por lo regular es ingreso anual diez mil reales de vellón limosna que se contribuye de sermones de Cuaresma, Semana Santa y entreaño…». 10.000
Recibe de limosna de hábitos de difuntos utilizados como sudario según costumbre de la época; también de «conmutaciones», es decir ventas o aprovechamientos y de «despojos», 2.500.
2.300 reales de limosna «…voluntaria que dan los fieles sin cargo alguno…»
Por la venta de 300 fanegas de trigo que se sacan de limosnas «…y que se consumen en el gasto anual de pan de esta Comunidad…«, 3.900 reales .
Por último, 225 reales de la limosna de una arroba de cera que dan los fieles de limosna.
Una fuente principal de los ingresos lo constituye lo que Manuel Revuelta Gonzalez, un erudito en materia de exclaustración y política religiosa en el siglo XIX define como «servicios apostólicos retribuídos» y especialmente los que provienen de los sermones que en pueblos vecinos eran encargados a los frailes del convento; estos encargos solían con frecuencia ser objeto de litigios principalmente entre conventos de frailes franciscanos y dominicos (AHN leg 6260).
El balance de ingresos y gastos es: total ingresos 44.024 reales y total gastos 43.250. Excede el ingreso al gasto en 774 reales, aunque se apostilla en el documento que «…sin entrar en las obras extraordinarias que muchas veces se juzgan precisas, por las cuales se halla hoy empeñado en cuatro mil reales de vellón, aunque al presente se halla con cincuenta carneros, diez libras de cera ocho @ de pescado y otros muy tenues efectos…»
Y termina el documento de esta forma: «…Todo lo cual arriba referido se ratificó y ratificas ser la verdad y lo que debe declarar en virtud del juramento qué ha hecho y consta de cartas cuenta que obran en poder del padre guardián y para que conste donde convenga lo firma con dicho señor comisionado; dicho día mes y año…».
Con este documento obtenemos un reflejo de la economía del Convento de la Hoz, al poder ver de forma esquemática los principales conceptos por los que se ingresaban recursos y en qué gastos se empleaban y constituye por tanto un testimonio del aspecto económico y vivencial de esta comunidad franciscana.